La jícama es muy popular en México, aunque sea un tubérculo
se consume cruda como si fuera una fruta, rallada en ensaladas o en jugo. Su
textura es amanzanada, almidonada y su sabor dulce se origina por la
oligofructosa inulina, el cual resulta favorable para los diabéticos, sin
preocuparse por la fluctuación del azúcar en la sangre.
Según la Base de Datos Nacional de Nutrientes, USDA, este
rico tubérculo contiene una mezcla entre vitaminas y minerales tales como: vitamina
C, E, B6, ácido fólico, ácido pantoténico, potasio, magnesio, manganeso, cobre,
hierro y una pequeña cantidad de proteína y fibra dietética.
Tiene propiedades medicinales contra la gota, el riñón y la inflamación muscular.
Beneficios de la Jícama
Optimiza la digestión:
Gracias a sus altos niveles de fibra
dietética, corrige el estreñimiento y es beneficioso para el sistema digestivo,
protege contra afecciones como el cáncer de colon, el reflujo gastroesofágico,
la úlcera duodenal y otras afecciones gastrointestinales.
Estimula el sistema inmunológico:
Por cada 100 gramos de Jícama, se
aporta el 40 % de requerimiento diario de vitamina C, que nuestro cuerpo
necesita, estimulando los glóbulos blancos, que son la primera línea de defensa
principal contra enfermedades bacterianas, virales o patógenas. Por lo tanto,
la jícama tiene efectos positivos en el sistema inmunitario.
Pérdida de peso:
La jícama solo aporta 35 calorías por 100 gramos, está lleno
de nutrientes, agua y fibra, lo cual indica, que su consumo como refrigerio puede saciar durante más tiempo, reduciendo el apetito y los antojos sin
aumentar de peso ni perder algún beneficio nutricional.
Diabetes:
El consumo de jícama controla la glucosa en la
sangre, puede aumentar la sensibilidad a la insulina y disminuir los niveles de
azúcar en la sangre.
Huesos más sanos:
Los minerales que se encuentra en la
Jícama como el magnesio, el hierro, el cobre y el manganeso, son un gran
estimulante para la densidad mineral ósea, su consumo
puede prevenir la osteoporosis.
Aumenta la circulación:
El cobre y el hierro que aporta la
Jícama, mantiene la salud del sistema circulatorio, estos minerales permiten
que la sangre oxigenada fluya, previniendo la anemia.
Presión arterial:
La jícama contiene potasio, que es un
vasodilatador capaz de controlar la presión arterial; reduce la tensión en los
vasos sanguíneos y las arterias, disminuyendo el estrés en el sistema
cardiovascular.
Aumenta la función cerebral:
La Jícama aporta una cuota
significativa de vitamina B6, para la función cerebral y el aumento de las
capacidades cognitivas.
Precauciones: Solo la raíz de la jícama es comestible, pero
el resto de la planta es altamente tóxico, tenga cuidado de no comer las vainas
de semillas, las hojas o enredaderas.
Ahora sí, antójate de a jícama.
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Fuente de información: https://www.organicfacts.net